¿Cómo construir diálogos reflexivos con los niños y niñas frente a conductas desafiantes?
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Propiciar espacios de diálogo con los niños y niñas nos lleva a conocer de cerca sus pensamientos, emociones, intereses y necesidades, fortalece el vínculo maestra-alumno y nos regala complicidad en una interacción que se va nutriendo en el tiempo.
Cuando empezamos a mirar a la infancia desde el valor que tienen estos encuentros y la riqueza que hay en cada diálogo compartido, es que empezamos a darle un lugar importante a la reflexión. Pero, ¿Cuál es el propósito de un diálogo reflexivo con los niños y niñas?
Ivet García Montero, docente e investigadora de la Universidad pedagógica Nacional de Montero (México), nos cuenta al respecto: “El diálogo reflexivo es una vía para estimular y desarrollar el pensamiento creativo de los alumnos y sus habilidades para indagar y razonar. Posibilita que se cree un espacio expresivo, donde todos puedan sentirse cómodos, en la medida que el error, los absurdos, la experiencia y vivencias que manifiestan, tienen cabida y son el cimiento para la construcción de conocimientos e ideas valiosas.”
Ahora bien, propiciar este tipo de diálogo ante una situación donde se presente una conducta desafiante es una invitación a la reflexión para que el niño se involucre en la construcción de su propio acuerdo/norma. Por eso, empiezan a comprender la relación que existe entre las acciones que realizan y las consecuencias que traen, ya sean positivas o negativas.
Por ejemplo:
Un niño o niña que empuja a un compañero en el momento de patio puede ser invitado a retirarse un tiempo de ese espacio con la finalidad de dialogar con su maestra sobre:
🔹¿Qué pasó con su compañero?
🔹¿Qué fue lo que le molestó o incomodó?
🔹¿Qué lo ayudaría a calmarse?
🔹¿Cómo podemos solucionar la próxima vez?
Es importante, además, haber establecido previamente acuerdos generales en donde los niños y niñas tengan claridad respecto a las acciones que son válidas durante el juego y cuáles no porque podrían lastimar a los demás. Asimismo, haber diseñado con el grupo qué pasará con el niño o niña que no cumpla el acuerdo hará que la maestra pueda valerse de esta información como recordatorio en el momento que se necesite.
Si bien no existe una receta mágica para afrontar estas situaciones, sí podemos apoyarnos en ciertos recursos. A continuación te compartimos algunos de ellos:
1.ESCUCHAR
Estar abiertos y atentos a lo que el niño o niña tenga que decir para poder tener una mirada más objetiva de la situación. Se puede iniciar el diálogo con una frase como esta: “He visto de lejos un poco de lo que pasó, pero me gustaría escucharte y que tú me lo cuentes”.
2. CLARIDAD EN EL MENSAJE
Un espacio de reflexión puede tomar pocos minutos si contamos con acuerdos ya establecidos previamente. El mensaje puede incluir un recordatorio como este: “Uno de los acuerdos en el patio es jugar cuidando nuestro cuerpo y el de los demás, al empujar a un compañero no estamos cuidando su cuerpo. Recuerda que si esto vuelve a suceder debemos salir un momento del patio para calmarnos y volver cuando estemos listos para jugar con cuidado”.
3. EMPATIZAR
Entendiendo que están en un proceso de constante aprendizaje y las estrategias que funcionen con algunos niños o niñas no serán las mismas que con otros.
4. DAR OPCIONES Y TIEMPO
En algunas ocasiones, se pueden brindar opciones que ayuden al niño a tomar una decisión o elegir lo que le ayude en ese momento. Por ejemplo: “¿Qué te ayudaría a calmarte en este momento: Tomar un poco de agua o respirar profundo?”
Además, considerar que el tiempo es un aliado para procesar una situación frustrante. Podemos usar frases como: “Entiendo que te este costando dejar de jugar un momento para conversar, pero es necesario. Te puedo dar unos minutos solo y cuando estés listo te acercas y conversamos”.
5. HACER USO DE APOYO VISUAL
Tener fotos o imágenes referenciales de los acuerdos establecidos o acciones concretas pueden ser un soporte importante para asegurar la comprensión del mensaje.
Sabemos que tienes muchos recursos más y que cada día es una oportunidad para seguir descubriendo cómo acompañar la reflexión frente a conductas desafiantes.
¡No te rindas! El camino es largo, pero está lleno de aprendizaje compartido.
El diálogo: Un instrumento para la reflexión y la transformación educativa. Ivet García Montero.
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/cuba/cips/caudales05/Caudales/ARTICULOS/
ArticulosPDF/0524G093.pdf 🔗
El Castigo es un método poco educativo. Armando Bastida.
https://www.bebesymas.com/educacion-infantil/el-castigo-es-un-metodo-poco-educativo 🔗
Claudia, muchas gracias por brindarnos recursos del diálogo reflexivo para lograr la reflexión del niño para que se involucre en participar en la construcción de sus normas y acuerdos. La importancia de tener claro el grupo general de los niños lo que SI vale y lo que NO vale y las consecuencias de que sucede con los niños que no cumplen con los acuerdos.
Invitando a un espacio de dialogo reflexivo donde los niños se sientan cómodos, seguros porque los errores, el absurdo, las vivencias son parte del cimiento para la construcción de conocimientos e ideas valiosas para establecer los cimientos futuros del bienestar de las personas.
Zoila, muchas gracias por tu valioso comentario.
Gracias por compartir, seguiré poniendo en práctica las conversaciones reflexivas en mi aula.