Brindar expectativas claras de conducta es uno de los indicadores que nuestras maestras pondrán en práctica durante las próximas semanas para lograr el manejo de conducta en sus aulas.

Compartimos algunas estrategias que pueden ser de ayuda en el aula:

– Las expectativas de conducta deben ser específicas para que los niños comprendan lo que esperamos de ellos: “Chicos, al salir del salón se van a sentar en los bancos de color azul.”
– Usar un lenguaje simple: “Todos encuentren un lugar en la alfombra donde puedan ver a la miss Carmen y el libro.”
– Ser coherentes y consistentes con las reglas que tenemos en clase: Si la norma es “Los niños que levanten la mano podrán participar,” no podemos llamar a los niños que no levantan la mano a participar.
– Las normas deben ser claras para todos: “Al terminar el juego en sectores, deben guardar los materiales.” Tanto la auxiliar como la maestra deben trabajar coordinadas y en equipo para cumplirlas.