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¡Hola querido(a) docente!

 

Te invito a que hagamos una pequeña dinámica.

Quiero que pienses en el grupo de niños y niñas que acompañas y recuerdes…¿Cómo fue el inicio del año escolar?
Probablemente la gran mayoría extrañaba a mamá o papá, manifestaba su malestar a través de gritos, llantos o golpes, otros necesitaban mayor acompañamiento de tu parte para lograr ciertas tareas como abrir su lonchera, remangar su polo, etc.

Ahora piensa en…¿Cómo es tu grupo ahora? 
Puede que ahora expresen su malestar a través de gestos, palabras o frases, y que la gran mayoría ya logre realizar tareas como repartir material a sus compañeros, ir al baño por sí solos, entre otros.

Estoy segura de que encontraste un proceso de transformación en diversas áreas de aprendizaje…entonces si nuestro grupo de niños y niñas se transforma…¿Por qué nuestros sectores no?

Y puede que el fondo de la situación se encuentre en lo que mencionan Páramo y Burbano (2021) quienes dicen que a lo largo del tiempo, las reformas educativas se han centrado en qué enseñan los docentes y cómo lo hacen, sin embargo, no se le ha prestado suficiente atención al ambiente físico en donde ocurre la educación.

Por esta razón es importante ver el ambiente escolar como un tercer maestro. Loris Malaguzzi sostiene que el espacio donde surge el aprendizaje es un tercer maestro, ya que influye directamente en el aprendizaje, relaciones y autonomía de los niños y niñas, menciona Cavallini (2017). Por esta razón, el rol docente en el diseño del ambiente escolar es sumamente importante ya que impactará directamente en la experiencia de aprendizaje de niños y niñas.

Entonces…¿Influye el espacio físico del sector en el juego e interés de los niños?

La respuesta es sí, y eso lo confirma el testimonio de nuestra súper profe Maritza Chiara, quien acompaña un aula de 4 años.

Maritza nos cuenta que a partir de preguntas reflexivas como “¿qué sector es el menos visitado?” y “¿por qué crees que sucede eso?”, descubrió que en el sector de biblioteca la ubicación y la cantidad de libros apilados ocasionaban que el espacio sea poco atractivo para los niños, niñas y para ella.

Tener un espacio de diálogo con su acompañante y preguntarse “¿Qué puedo hacer?” le permitió diseñar acciones para volver el espacio atractivo, motivador y de aprendizaje para su grupo. Ella pudo:

📌Cambiar el sector a un lugar con más luz.
📌Sacar libros ya maltratados y dejar los libros con figuras más grandes.
📌Realizar con ellos acuerdos de cómo cuidarlos.
📌Poner un tapete y 3 cojines.

 

“Cambió todo, ahora los niños ya tienen interés, leen los libros, cuentan lo que ven, un éxito el cambio y yo feliz de que me hicieran reflexionar sobre cómo despertar el interés de mis niños.”

Maritza Chiara

 

Para Maritza la iluminación y la organización o presentación de los materiales del espacio son factores esenciales en el diseño. Tanner (2008) menciona que factores como una buena iluminación y organización de los materiales del espacio influyen directamente en la capacidad de los niños y niñas para pensar, concentrarse y aprender.

Ahora veamos…¿Cómo influye mi escucha y participación activa durante el juego de mis niños en la transformación de sectores?

Sabemos que el trabajo en sectores es una oportunidad para promover aprendizaje significativo a través del juego.

Y… ¿Qué sucede cuándo jugamos?

Silva (2019) menciona que el cerebro libera sustancias que crean un estado perfecto para la creatividad.

📌La serotonina reduce la ansiedad y regula el estado de ánimo.
📌La acetilcolina favorece el estado de atención y memoria.
📌Las encefalinas y endorfinas brindan calma, bienestar y felicidad.
📌La dopamina promueve la creación de imágenes y seres fantásticos, y el impulso lúdico.

Vemos que jugar tiene muchos beneficios, entonces…¿puede responder el diseño del sector al juego que surge?

Nuevamente, la respuesta es sí.

A partir de la escucha y observación activa de nuestra súper profe Wonie Florián en el sector del hogar del aula de 4 años, ella fue descubriendo que el juego de los niños fue transformándose y recreaban situaciones que involucraba la preparación de comida, donde además otorgaron un valor monetario a su preparación y apareció un nuevo rol: el cliente.

Es a partir de la observación de esta nueva dinámica en el juego de los niños y niñas que decide proponer acciones en función a objetivos retadores que respondan a sus intereses y así transformar el sector del hogar a un posible sector de restaurante.

Transformar nuestros espacios con intención es una práctica necesaria para responder a las transformaciones que atraviesan nuestros niños y niñas.

Vemos cómo las Súper Profes Maritza y Wonie, a partir de la observación, reflexión y acción, transformaron sus sectores con el propósito de responder a la necesidad e interés de sus grupos. Así como ellas, tú también puedes ser una observadora activa de tu aula y transformar tus sectores para promover el aprendizaje significativo de tus niños y niñas.

 

¡Vamos Súper Profe!

 

 

Bibliografía:

Cavallini, I. (2017). Las Arquitecturas de la Educación: El Espacio de lo Posible. La Cultura del Habitar en la Experiencia de las Escuelas Municipales de Educación Infantil de Reggio Emilia. Revista Internacional de Educación para la Justicia Social, 6, 181-197.

Páramo, P., & Burbano, A. (2021). El tercer maestro: La dimensión espacial del ambiente educativo y su influencia sobre el aprendizaje. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional.

Silva, G., & Ministerio de Educación (2019). El juego simbólico en la Hora del Juego Libre en los Sectores. Lima: Ministerio de Educación.

Tanner, C. K. (2008). Explaining relationships among student outcomes and the school’s physical environment. Journal of Advanced Academics, 19, 444–471.