Este año 2022 nos ha traído nuevos retos. Como maestras 🧑‍🏫, el ajetreo que viene con el comienzo de este nuevo año escolar puede ser un shock para el sistema cuando piensas en toda la organización que necesitas por las restricciones causadas por la COVID-19.

Existe una gran preocupación por el estado emocional de los alumnos 👦👧, así como de sus padres. Las autoridades educativas nos han hecho ver que las maestras son una pieza clave en el proceso de rehabilitación emocional de nuestros niños.

Pero, ¿Qué hay de ustedes? ¿Quién las ayuda? ¿Quién les brinda ese soporte que necesitan para ayudar a nuestros alumnos?

Esperemos que sean muchas las instituciones educativas 🏫 que brindan a sus docentes el apoyo emocional que necesitan en estos momentos duros de retorno a la presencialidad. Pues pasamos mucho tiempo enfocándonos en los alumnos, pero realmente las maestras 🧑‍🏫 también necesitan un apoyo constante en este proceso.

En Luminario queremos compartir algunos consejos que estamos seguras serán beneficiosos para su desarrollo emocional durante este año escolar.

 

1. Vuelve a conectar con tu propósito

Trata de hacer una cosa cada semana que te recuerde por qué te convertiste en maestro en primer lugar.

🌟Ejemplo: Usa una estrategia de aprendizaje (una canción, un juego, un cuento) que te haya funcionado previamente con tus estudiantes. Piensa cada día en algo positivo que pasó con alguno de tus estudiantes y celébralo. Piensa en aquellos que aún te retan y en cómo los puedes ayudar, celebra esas pequeñas conquistas.

2. Adopta una mentalidad de crecimiento en tu enseñanza

Hay un gran valor en probar cosas nuevas y aceptar los errores como oportunidades para aprender. A todos nos vendría bien un recordatorio del poder del ‘todavía’. Puede ser útil verse a sí mismo como un aprendiz (al igual que sus alumnos) y pasar tiempo reflexionando sobre nuevas ideas, considerando lo que has aprendido y reconociendo las áreas que encuentra desafiantes.

🌟Ejemplo: Auto grabarse es una excelente estrategia para reflexionar sobre la propia práctica docente. Piensa en lo que “todavía” no has conseguido pero que pronto puedes lograr.

3. Concéntrate en la bondad y la gratitud

Un acto de aprecio o amabilidad produce emociones positivas, conexiones sociales más fuertes y un mayor bienestar. Considera formas simples en las que puedes incorporar gratitud y amabilidad en tu día. ¿Y lo mejor? La amabilidad y la gratitud son contagiosas, ¡así que imagina el beneficio para tu salón de clases!

🌟Ejemplo: Rodéate siempre de buenos sentimientos. recuerda que lo que le des a tus alumnos, tú lo recibirás.

4. Crea límites claros entre el hogar y la escuela

Establece una hora razonable para salir de la escuela todos los días (y respétala). Encuentra formas de apagar tu mentalidad de maestra, para que puedas relajarte cuando llegues a casa.

🌟Ejemplo: Organiza tus tiempos usando una agenda o calendario y cumple con lo que tienes programado para cada actividad. Así podrás separar la casa del colegio y gozarás de tiempo que antes creías que no tenías.

5. Establece estructuras efectivas de información y tutoría

La enseñanza puede ser un trabajo emocionalmente agotador que presenta muchos desafíos diferentes. Establece estructuras que te ayuden a concentrarte en las soluciones en lugar de en los problemas. Si bien una sesión de desahogo puede hacer que se sienta mejor a corto plazo, no resuelve el problema y puede hacer que te sientas estancada.

6. Establece buenos hábitos de sueño

El sueño de buena calidad es uno de los aspectos más importantes para mantener su salud física y psicológica.

🌟Ejemplo: Organiza tu día de tal manera que duermas las horas suficientes para que al día siguiente puedas rendir favorablemente.

7. Desarrolla tu resiliencia emocional

Piensa en formas proactivas de manejar el estrés en tu vida. Reúnete regularmente con amigos y familiares, dedica tiempo a los pasatiempos que disfrutas, lee o mira cosas que te hagan reír, e incorpora a tu rutina diaria actividades probadas para eliminar el estrés, como yoga, meditación o ejercicios que impliquen respiración profunda.

🌟Ejemplo: Desde tener una plantita la cual necesita de tu cuidado, o cocinar tu plato favorito para tu familia o tomarte más del tiempo necesario para tomarte una ducha, son buenas estrategias para aliviar el estrés en tu vida.

8. Mantente enfocado en tus metas

Establecer metas es una excelente manera de brindarle dirección, enfoque y motivación. Trata de asegurarte de que todos tus objetivos sean alcanzables, medibles y tengan un punto final. Puede ser útil dividir un objetivo más amplio en sub objetivos más manejables.

🌟Ejemplo: Al plantearte un plan de acción para uno de tus alumnos, ponte metas cortas y concisas. Pero sobre todo ponte fechas reales de inicio y de fin.

9. Recompénsate

La mejora de la salud física y psicológica que proviene de priorizar tu bienestar es una recompensa en sí misma, pero también es valioso usar recompensas tangibles cuando alcanza objetivos particulares.

🌟Ejemplo: Darse siempre un gustito, un chocolate, una caminata, un café con una amiga, siempre es una buena manera de recompensarse.

10. Construir nuevas conexiones y relaciones

Construir nuevas relaciones y conexiones es clave para nuestro bienestar. Tómate el tiempo para conocer a tus alumnos, padres y miembros del personal de tu comunidad escolar.

🌟Ejemplo: Esfuérzate por crear lazos con los miembros de tu comunidad educativa. Pronto tendrás aliados que contribuirán a tus objetivos. A veces un texto o una llamada telefónica para contarles de sus hijos/as puede hacer toda la diferencia.

 

✅Es importante darse el tiempo necesario para respirar, pensar y recargar energías. Te recomendamos usar estas recomendaciones para que trabajes en tu lado emocional. Nuestros niños te necesitan, pero te necesitan sana, tanto física, como emocionalmente.

 

 

Bibliografía:

Professor Kinman, Gail. “Teacher wellbeing: how to mentally prepare for a new school year”. The Guardian. 20th August 2014