¿Cómo verificas el entendimiento de tus estudiantes?
Como maestros, sabemos que la evaluación formativa, más que una herramienta de medición, es un proceso clave en el aprendizaje. A través de esta, los docentes recopilan información sobre el proceso de aprendizaje de sus estudiantes con la finalidad de plantear una intervención pedagógica efectiva que fomente aprendizajes significativos (Riley-Ayers, 2014).
Los docentes deben desarrollar intervenciones eficaces que promuevan aprendizajes de alta demanda cognitiva. Para lograrlo, es necesario verificar la comprensión de los estudiantes y así tomar decisiones pedagógicas acertadas.
Este planteamiento invita a los docentes a monitorear el nivel de entendimiento de sus alumnos para identificar aquello que no se comprende o requiere apoyo extra con la finalidad de ajustar la enseñanza según las necesidades de sus niños y niñas. Es importante mencionar que este proceso fomenta la participación activa y reflexiva del maestro; puesto que, al conocer los niveles de comprensión de sus estudiantes, podrá ayudarlos a fortalecer sus aprendizajes.
¿Quieres saber cómo hacerlo?
A continuación, te brindaremos dos estrategias para verificar la compresión de tus estudiantes:
1. Determina el nivel de entendimiento de los niños/as.
Comprueba el nivel de compresión de tus alumnos a través de preguntas, indicaciones, modelado, diálogos u otras formas de representación del aprendizaje de tus alumnos que te brinden información clara sobre su aprendizaje.
Te brindamos algunas consideraciones esenciales que pueden ayudarte:
A) Decide cuándo comprobar la comprensión de tus estudiantes durante el momento de aprendizaje.
Por ejemplo, durante tu sesión de aprendizaje sobre el crecimiento de las plantas, puedes planificar comprobar la comprensión en tres momentos específicos: después de la explicación del tema, al final de la visita al jardín, y al cerrar la sesión. Estos momentos deben estar claramente definidos dentro de tu planificación.
B) Haz preguntas para identificar el entendimiento de estudiantes y ayudarles a recordar o explicar lo que acaban de vivenciar .
Por ejemplo, algunas preguntas que puedes utilizar son:
✔ ¿Qué significa ______?
✔ ¿Qué es ______?
✔ Dame un ejemplo de ______
✔ ¿Cuáles son los pasos?
✔ ¿Cómo ______?
✔ ¿Por qué ______?
C) Define la forma en la que tus estudiantes representen lo aprendido.
Plantea cómo deseas recoger información sobre la comprensión de tus estudiantes, después de las preguntas que les realices. Recuerda que esto dependerá del tipo de información que deseas verificar. Si la pregunta es puntual, tus alumnos pueden contestar rápidamente; pero si la pregunta invita a comprobar conceptos más amplios, puedes elegir otra forma de representación.
Por ejemplo, puedes utilizar espacios de diálogos, invitarlos a modelar o construir algún concepto, realizar movimientos, hacer dibujos o pinturas, etc.
2. Monitorea a la mayoría de los niños/as durante las actividades de aprendizaje
Realiza observaciones a tus alumnos para obtener información sobre su proceso de aprendizaje y desarrollo con la finalidad de indagar lo que saben y pueden hacer. De esta manera, podrás tomar decisiones sobre los conceptos y actividades a trabajar en el futuro.
Algunas preguntas que pueden guiar tu monitoreo son:
✔ ¿Qué aprendizajes está logrando?
✔ ¿Qué aspectos le cuesta comprender?
✔ ¿Qué dificultades tiene?
✔ ¿Cómo puedo ayudarlo a alcanzar esos aprendizajes?
Después de verificar el nivel de entendimiento de los alumnos, es crucial ajustar la enseñanza al nivel de los niños/as, es decir responder a las necesidades de aprendizaje de tus alumno/as. Esto implica adaptar la enseñanza para brindar el apoyo oportuno que los ayude a avanzar en su aprendizaje.
Es importante enfocarse en el desarrollo de la actividad para poder ajustar el nivel de enseñanza de manera efectiva.
Por ejemplo:
La maestra se da cuenta de que un grupo de niños no reconoce la secuencia (pasos) para elaborar una limonada. Frente a ello, ella invita a uno de los niños a realizar nuevamente los pasos para elaborar la bebida y así ayudarlo a recordar cada paso. Finalmente, la maestra repregunta: “¿Cuáles son los pasos?” Los niños, después de reconocerlos, logran mencionar cuáles son.
Otra manera de ajustar la enseñanza es enfocándote en ampliar ciertos conceptos a los estudiantes con el propósito de brindarles mayor información y enriquecer sus conocimientos.
Por ejemplo:
Carlos: “Miss, tengo dos manos”.
Maestra: “Así es Carlos. Tienes dos manos y en cada mano tienes cinco dedos. ¡Mira! Los dedos de tus manos son más pequeños que los míos”.
Te animo a poner en práctica estas estrategias y así verificar el entendimiento de tus alumnos durante la rutina diaria. Estoy segura de que te permitirá conocer mejor su nivel de aprendizaje y desarrollo.
¡Manos a la obra!
Bibliografía:
Pushparatnam, A., Mahajan, L., Molina, E., del Toro Mijares, A.T., Ding, E., y Wilichowski, T. (2021) Guía de habilidades de enseñanza fundamentales. Serie COACH, Banco Mundial, Washington, D.C. Licencia: Atribución Creative Commons CC BY 4.0 IGO.
Pushparatnam, A., Ding, E., Lee, K., Rolla, A., & Wilinski, B. (2021). Effective Teaching Practices in Early Childhood Education (ECE). The evidence base for the TEACH ECE Classroom observation tool. Recuperado de: https://thedocs.worldbank.org/en/doc/75bdb5f2c03f19f0642db1c941193f8d-0140042021/related/Teach-ECE-Lit-Review-5-27-21-clean-Template-3.pdf🔗
Riley-Ayers, S. (2014). Formative assessment: Guidance for early childhood policy makers (CEELO Policy Brief). New Brunswick, Nueva Jersey: Center for Improving Early Learning Outcomes.
Muchas gracias. Información muy importante.