En el 2015, líderes de diferentes países del mundo se reunieron y establecieron objetivos globales de desarrollo para erradicar la pobreza, disminuir la desigualdad y brechas sociales, proteger el planeta y asegurar el desarrollo óptimo de cada individuo. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ONU, 2015) cuenta con 17 objetivos específicos llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De estos, el cuarto apunta a asegurar una educación de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a todos los niños y niñas. El logro de este objetivo, sin duda, permitirá alcanzar muchos de los otros ODS, dado que una educación de calidad contribuye a vencer las diferencias sociales y económicas, empoderar a las personas en el control de sus vidas, además fomentar la tolerancia en la sociedad. Como docentes comprometidas con nuestros estudiantes, debemos cuestionarnos sobre cómo podemos lograr este reto y qué factores serán necesarios para lograr este objetivo.

Meijnen, Lagerweij y de Jong (2003) afirman que dentro de los elementos fundamentales para conseguir una educación de calidad, se encuentran las oportunidades de aprendizaje ofrecidas y el tiempo que se destina a actividades instruccionales en el aula. Cabe resaltar que diversos estudios, como los realizados por Abadzi (2007) y OCDE (2011), destacan que el efecto positivo que tiene el tiempo en la educación no proviene de la cantidad de horas que permanece un estudiante en la escuela, sino que es resultado de su uso óptimo y en cómo este se designa a actividades instruccionales con el fin de generar aprendizajes significativos.

Por lo tanto, debemos considerar al tiempo que se emplea en distintas actividades como un factor clave para generar y consolidar aprendizajes, así como para mejorar la calidad educativa. Sin embargo, el uso y la administración del tiempo instruccional sigue siendo uno de los factores más afectados en la gestión pedagógica (Martinic, 2015). Esta información nos hace pensar en:

¿Qué es una actividad instruccional?

Nos referimos a toda actividad intencionada por el docente con un propósito claro de aprendizaje. Estas pueden ser de aprendizaje formal como las programadas en las sesiones de clase, aquellas actividades de lectura, de psicomotricidad (fina y gruesa), de matemática o los distintos talleres.

¿Existirán otros momentos de mi rutina considerados como actividades instruccionales?

La respuesta es SÍ. Se pueden generar aprendizajes en cada momento de la rutina diaria, no solo en situaciones formales o aquellas planificadas en las sesiones. Actividades cotidianas como las que se dan en la asamblea, las actividades permanentes (saludo, oración, identificar el clima y la fecha) o el juego libre en sectores, son momentos valiosos en los que a través de nuestro acompañamiento y las interacciones que propiciemos de manera intencional, lograremos generar aprendizajes de calidad.

¿En qué debemos invertir el tiempo en el aula?

Un estudio realizado por Razo (2016) arrojó como resultado que el tiempo que el estudiante pase en la escuela no mejora ni genera aprendizajes significativos si es que el tiempo designado no es utilizado en interacciones de calidad entre estudiantes y maestros. Recordemos que las actividades en las que el adulto no promueve la interacción verbal con los niños y niñas, como el juego libre no supervisado, representan tiempo perdido (Strasser, K., Lissi, M. & Silva, M., 2009).

Esto quiere decir que es vital en nuestro rol como docentes propiciar actividades que promuevan el desarrollo del lenguaje y a su vez generen aprendizajes, para el uso óptimo del tiempo en el aula.

¿Cómo se ve en el aula?

A continuación presentamos una serie de ejemplos de cómo puedes hacer uso efectivo del tiempo en el aula:

Actividades que promuevan el desarrollo del lenguaje

✔ Realizar preguntas abiertas durante conversaciones cotidianas o actividades planificadas.

Por ejemplo, durante el juego libre:

SP: Veo que has escogido el tangram. Cuéntame, ¿por qué elegiste este juego?
Niña: Me gusta armar figuras.
SP: ¿Qué figuras puedes armar?
Niña: Aquí hay una hoja con modelos. Puedo armar un conejo o una casa.
SP: ¿Y podrías armar otras figuras que no estén en la hoja de modelos?

✔ Propiciar interacciones significativas para el aprendizaje durante el juego libre y el acompañamiento de actividades grupales o individuales.

✔ Mantener conversaciones de ida y vuelta con el/la estudiante.

Por ejemplo, durante la recepción:

SP: Hola Marcelo, cuéntame, ¿qué hiciste el fin de semana?
Niño: Me fui al parque.
SP: ¿Y con quién fuiste al parque?
Niño: Me fui con mis papás y mi tía.
SP: ¡Qué buen momento! Fue un paseo familiar. ¿Cuál fue tu parte favorita del paseo?
Niño: Me gustó mucho que jugamos con Peluso y Lola, mis mascotas.

Actividades que promuevan el aprendizaje

✔ Conectar los aprendizajes con situaciones cotidianas del estudiante o experiencias previas de aprendizaje.

✔ Incluir los intereses y características de tus estudiantes en la planificación de actividades.

✔ Ofrecerles materiales atractivos e interesantes.

✔ Proponer actividades nuevas, evitando que estas sean repetitivas o estáticas.

REFERENCIAS

Abadzi, H. (2007). Absenteeism and Beyond: Instructional Time Loss and Consequences, Serie Policy Research Working Paper, 4376, Recuperado de: http://ssrn.com/abstract=1021370🔗

Meijnen, G., Lagerweij, N. & de Jong, P. (2003). Instruction Characteristics and Cognitive Achievement of Young Children in Elementary Schools. School Effectiveness and School Improvement, 14(2), 159-187. DOI: 10.1076/sesi.14.2.159.14224

Martinic, S. (2015). El tiempo y el aprendizaje escolar la experiencia de la extensión de la jornada escolar en Chile. Revista Bras. Educ., 20(61), 479–499. [fecha de Consulta 19 de junio de 2023]. Recuperado de: https://doi.org/10.1590/S1413-24782015206110🔗

Martinic, S., & Villalta, M. (2015). La gestión del tiempo en la sala de clases y los rendimientos escolares en escuelas con jornada completa en Chile. Perfiles Educativos, 37(147), 28-49. [fecha de Consulta 19 de junio de 2023]. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13233749003🔗

Naciones Unidas (2018). La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: una oportunidad para América Latina y el Caribe, Chile: Naciones Unidas. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/40155/24/S1801141_es.pdf🔗

OCDE (2011). Quality Time for Students. Learning in and out of school, Paris: OCDE.

Razo, A. (2016). Tiempo de aprender: El aprovechamiento de los periodos en el aula. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 21(69), 611-639. [fecha de Consulta 19 de junio de 2023]. ISSN: 14056666. Recuperado de: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-66662016000200611🔗

Strasser, K., Lissi, M. & Silva, M. (2009). Gestión del Tiempo en 12 Salas Chilenas de Kindergarten: Recreo, Colación y Algo de Instrucción. Revista PSYKHE, 18(1), 85-96. ISSN: 0717-0297 Recuperado de: https://www.scielo.cl/pdf/psykhe/v18n1/art08.pdf🔗